lunes, 30 de marzo de 2015

El Uruguay y los números


El Uruguay de los números está de más. La economía uruguaya creció sin parar durante los últimos 12 años. En 2014, salvo la construcción, todas las otras áreas de la economía experimentaron una expansión1. Además, la cantidad de personas pobres bajó a menos de 10% por primera vez desde 2002 y la cantidad de personas indigentes no para de descender2. Por su parte, el índice medio de salarios crece y crece, por encima siempre de la inflación.

El Uruguay de los rankings también está bárbaro. Desde listas sobre desarrollo de la democracia o libertad de prensa3 hasta participación y gobierno electrónico4, estamos tranquilos primeros en la región y muchas veces entre los mejores del mundo. Hasta en el ranking de la FIFA estamos entre los mejores, y desde hace rato.

Claro que hay números que mejorar y posiciones que escalar. Si no miren los números de asesinatos de mujeres en lo que va de 2015 o nuestra ubicación en el ranking de equidad de género en el Parlamento (en el que ocupamos el lugar 99, justo detrás de Somalía, Rusia y Guatemala)5.

Pero qué bien que estamos igual. Casi todas las semanas sale una cifra o una lista positiva. Ya casi no son noticia, salvo en los portales de internet, donde todo es noticia. Tantas buenas calificaciones deberían tener, uno cree, impacto en nuestras vidas cotidianas. Pero ni tanto.

El Frente Amplio ha realizado durante 2014 una campaña muchas veces basada en esos números, en defender lo logrado en estos años, los puestos alcanzados, las tendencias numéricas. Una explicación de su victoria electoral, bien podría ser la valoración -por parte de gran parte de la población- de esas mejoras, de esos logros alcanzados. Como números que son, parecen incuestionables, absolutos, difíciles de rebatir. De todas formas, es bueno tener presente que los números son eso: números. Abstracciones que nos dan sin dudas una pista certera de la realidad, pero que no pueden ser interpretados a la ligera, en títulos de prensa o comentarios de ascensor.

Ahora dejemos los números y los rankings de lado porque son un arma de doble filo. Puede haberle servido a cierta fuerza política para acceder o mantenerse en el poder, pero tarde o temprano habrán otros números que llegarán a defender y catapultar a la fama a otras fuerzas políticas. Ingratos, los números son ingratos. Y quien los utiliza para convencer muchas veces tiene razón, pero debe saber que los números no tardarán en volverse en su contra.

Allí se avizoran en el horizonte los números de las pruebas PISA, de repente fundamentales para el Uruguay. Los números de rapiñas, hurtos y homicidios. Los números de suicidios y de accidentes de tránsito. Los números de inflación. Los números de créditos y préstamos. Y la oposición política, si no estuviera tan maltrecha, ya estaría frotándose las manos.

Había un presidente que insistía en que todo debía reducirse a la búsqueda de la felicidad. No lo traigo a cuento por nostalgia, sino más bien como un recordatorio. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Ahí los números no alcanzan para brindar explicaciones y el materialismo histórico parece fallar. Cuando se saca a los números de encima, cuando se apagan los discursos de los políticos, cuando nos quedamos un poco en silencio, en nuestra casa con rejas o en nuestras calles sucias, ahí es donde debería surgir la pregunta y con suerte su respuesta.

¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Para qué? ¿Para quién? Esta realidad que construimos entre todos, la cotidiana, la del día a día, hace que aún muchos uruguayos y uruguayas no puedan hacerse esas preguntas. Puede que ya tengan el televisor que querían, puede que ya hasta hayan conocido Florianópolis, pero aún no pueden hacerse esas preguntas. Y mientras no puedan, fallamos todos los que estamos tirando para ese lado. Los de arriba y los de abajo. Y los números nunca nos van a mostrar eso.

Referencias:
1. la diaria
2. Instituto Nacional de Estadística
3. Reporteros Sin Fronteras
4. Agesic
5. Women in National Parliaments

jueves, 12 de marzo de 2015

Montevideo de cara a las municipales

Por primera vez en mucho tiempo, los votantes del Partido Colorado y del Partido Nacional podrán elegir entre dos candidatos a la Intendencia de Montevideo: Lucía Topolansky o Daniel Martínez.



Por primera vez, los votantes del Frente Amplio también podrán elegir entre dos candidatos a la Intendencia de Montevideo. Sí, hay tres, pero sólo dos con chances reales.

La Concertación parece ser un proyecto fallido. Lo cierto es que el experimento entre blancos y colorados no ha logrado captar la atención de la ciudadanía, por contar con figuras poco conocidas, lejanas y que además parecen muy predispuestas a cometer errores.

Hace tiempo que contamos con que la Concertación no funcionaría, pero el alejamiento de Ney Castillo, la barrida de Gandini y la elección del tercer candidato han hecho las cosas mucho más complicadas. Hoy, es difícil que esta nueva propuesta supere en votos a la suma de blancos y colorados en las elecciones departamentales pasadas (cuando alcanzaron un 38%).

Por lo tanto, cada vez más, los montevideanos de todos los partidos políticos se plantean la disyuntiva de elegir entre dos candidatos que tienen el mismo programa de gobierno, pero son dueños de dos perfiles muy distintos.

Esta posibilidad de elegir, por primera vez, entre dos (en realidad tres) candidatos frenteamplistas a la Intendencia de Montevideo se le debe, en gran parte, a los más de 120 mil montevideanos que decidieron cinco años atrás votar en blanco o anulado.

Esa luz roja fue la que convenció a los sectores que llevaron a Ana Olivera a ser candidata única, la convirtieron en intendenta y luego le fueron retirando los apoyos al punto de que sea inimaginable que Olivera se presentara a la reelección, a decidir que la candidatura múltiple es la mejor opción.

Ahora resulta -y este es un giro en la trama que muchos no nos esperábamos- que Olivera ha realizado una muy buena gestión, ampliamente superior a la de su antecesor, Ricardo Ehrlich (MPP). De todas maneras, la forma en la que llegó al poder, la condena a tener ahora que resignarlo, y seguir su camino una vez más en la dirección del MIDES, dónde ya realizó un muy buen trabajo.

Gracias Ana, por todo lo que nos diste. Fue realmente mucho más de lo que yo esperaba. El tiempo, que suele ser mucho más justo que cualquier fuerza política, te pondrá en el lugar que mereces.

Ahora, a dos meses de las elecciones, y gracias al trabajo (o la falta del mismo) de todos los partidos políticos, los montevideanos tenemos que elegir entre dos alternativas: Lucía, que hasta hace poco no quería ser intendenta; y Daniel, que desde hace demasiado que quiere ser intendente.

Las alianzas, detrás de estos dos candidatos, son interesantes. No se trata de una simple división en dos del Frente Amplio. Lucía parece cada vez más condicionar su éxito a la figura de Mujica. Daniel tiene el apoyo de figuras con fuerte llegada entre los montevideanos como Danilo Astori, Constanza Moreira o Mariano Arana.

La carrera está comenzando y será, por mucho, la más interesante y reñida que viviremos los montevideanos desde el retorno de la democracia. Mientras tanto, en el Interior del país, pueden pasar cosas aún más interesantes.

viernes, 6 de marzo de 2015

Enredados - La columna en Yo Te Lo Dije


Aquí podrán escuchar las columnas que todos los martes a las 14:40hs salen al aire en el programa de Yo Te Lo Dije, de Radio Nacional. En vivo suena más lindo :-D


Columna 21 - Los Idiotas de Facebook

Columna 20 - Viralizaciones 



Columna 19 - Acuerdo Google - Plan Ceibal - ANEP



Columna 18 - #NiUnaMenos 


Columna 17 - El cierre de Grooveshark y la música en Internet


Columna 16 - Gobernanza en Internet


Columna 15 - Facebook y el acceso a Internet en el Mundo


Columna 14 - Seguridad en Internet


Columna 13 - Las elecciones municipales en las redes sociales - Montevideo


Columna 12 - Las elecciones municipales en las redes sociales - Interior


Columna 11 - Blogs y portales alternativos en Uruguay



Columna 10 - Educación e Internet (Parte II) Coursea



Columna 09 - Educación e Internet (Parte I)



Columna 08 - Campañas y contenidos virales.



Columna 07 - Los músicos uruguayos e Internet



Columna 06 - Redes Sociales y el nuevo parlamento



Columna 05 - Pepe y las redes



Columna 04 - El mundo de Facebook




Columna 03- ¿Somos más felices en las redes sociales?




Columna 02 - Los Uruguayos y las Redes Sociales (a partir del minuto 40:30)





Columna 01 - Los Uruguayos e Internet


miércoles, 4 de marzo de 2015

Buenas noticias



Lográs escaparte de la ciudad y disfrutás de un día o dos en la playa. Te tirás al agua, te ponés a hacer la plancha. Tus oídos quedan sumergidos, tus ojos no. Escuchas tu propia respiración. Tus ojos ven el cielo azul y si tenés un poco de suerte, alguna nube lo decora. Todo el momento dura apenas unos segundos. No sos un gran atleta acuático y además las olas la complican. Unos segundos. Lo suficiente para estar contigo mismo en un momento de total intimidad y sin preocupaciones mayores. Ojalá hubiera más momentos como ese.

Un tipo se clava con 18 gatitos recién nacidos. ¿Qué hace? Los podés meter en una bolsa negra de basura y al agua, rápido, para que no sufran. También, si la sangre fría no te da para ejecutarlos, podés dejarlos librados a sus suerte en algún contenedor de basura, o en algún parque. El tipo decide que va a buscarles un hogar a cada uno. Empieza a buscar, pasan las semanas, campaña en Facebook, campaña en Twitter, pedís tu gato y te lo lleva a cualquier lado. Pasan dos meses, y entrega el último. ¿Debe sentirse bien no? Nunca más, eso si, pero qué bien se debe sentir.

Algunos eligen ver una cosa. Otros otra. Yo cuando voy en ómnibus por 18 de Julio intento siempre sentarme en la ventanilla. A veces mirar el celular esta bueno, pero otras veces, mirar para arriba esta mucho mejor. ¿Tenés buena música sonando en los auriculares? Excelente. Mirá esos edificios que van quedando al descubierto a medida que las horribles marquesinas van siendo sustituidas. Esta bueno, haceme caso en esta. Hay muchos edificios recién pintados, restaurados, pidiendo que levantes la vista para disfrutarlos. Cuando querés acordar, ya estás en Plaza Independencia.

Picás unos dientes de ajo, cebolla, morrón, alguna verdura más para sentirte sano. Condimentas una carne. Ponés a hervir agua para la pasta. Acompañás la cocina con una copita de vino rico o con un vasito de cerveza helada, o con lo que quieras. Inventás una salsa. A veces te emocionás y sale muy mal, otras veces sin querer la embocás y sacás tremendo plato. Atrás, allá de fondo, la tele esta apagada y la música acompaña, aunque sea desde los tristes parlantes de la computadora.

Un sobrino preguntando porqué los cines no son todos al aire libre, un amigo matándose de la risa, una panza que crece, una mamá limpiando la casa porque vienen visitas, un almacenero tomándose todo el tiempo del mundo para atender, un perro que le tiene miedo a una melodía, un gol, una compañera de trabajo que te tira buena onda a pesar de estar en un mal día, un capítulo de una serie mirado recostado en la persona correcta, un tweet que te hace reír, una voz en la radio que te hace pensar, un asado, un asado con amigos, con la parrilla que explota y la heladera también.

Supongo que se vienen los treinta en breve y uno puede que se ponga paloma, sensiblero, medio fantasma. Podría también llenar este blog de cosas horribles. Las malas noticias siempre están llegando. Podría escribir el mismo tipo de artículo de blog siempre. Pero no. Hoy no pintó. A veces esta bueno ver. Prestar atención. Observar, reflexionar, pensar un poco sobre lo que nos hace bien. Tenerlo claro.