La administración de Ana Olivera, la primera intendenta electa de Montevideo, ha sido centro de polémicas desde su génesis hasta nuestros días.
Su elección como candidata única del Frente Amplio para las elecciones departamentales, su condición de mujer, comunista y con “mechón rojo”, su respaldo político y el peso de cargar con más de 20 años de gobierno frenteamplista en la capital han generado todo tipo de comentarios y opiniones dentro y fuera de su propia fuerza política.
En los pasillos de la intendencia y en la interna del Frente Amplio, la opción de una reelección de la actual intendenta parece descartada y eso, puede tener varias lecturas.