Fue hace más de dos años, en 2011, cuando mi amigo Martín
se me acercó a hablarme de la legalidad y la ilegalidad de la marihuana en
Uruguay. Me habló del problema que yo ya conocía y del cual ya muchas veces
habíamos hablado, pero me habló de una manera distinta. No éramos dos viejas
sentadas en nuestros sillones hablando mal de la vida, era más bien una charla
que nos impulsaba a hacer algo.
martes, 10 de diciembre de 2013
martes, 3 de diciembre de 2013
¿Por qué la Concertación no va a funcionar?
El Partido Colorado y el Partido Nacional se unen en lo que
podría ser el desafío más grande para el Frente Amplio en la próxima tanda de
elecciones.
Está Jorge Gandini, de Alianza Nacional por el Partido
Nacional, y está Ney Castillo, por el Partido Colorado. Pero no están solos.
Está Luis Lacalle Pou, precandidato a la presidencia por el Partido Nacional,
quien ya adelantó que no descarta sumar un candidato de su agrado a la Intendencia de
Montevideo, y está el tercer candidato “independiente” que aún no
tiene nombre ni rostro, pero que está ahí.
lunes, 11 de noviembre de 2013
El Frente Amplio que no queremos
De repente llega Tabaré Vázquez, da un discurso sin mucho contenido pero en apariencia
con mucha pasión. La gente, toda frenteamplista, aplaude, se emociona. Las
cámaras de televisión se encienden. Por momentos da la impresión que estamos
ante el viejo joven Vázquez. Incluso habla de los jóvenes frenteamplistas, como si estuviera bien cerca de ellos,
como si los tuviera siempre muy en cuenta, como si fuera el representante por
excelencia de ese grupo siempre nutrido dentro del Frente Amplio. Vázquez se
baja del estrado, las vecinas se acercan a fotografiarse pero sobre todo a
abrazarlo, a sentirlo cerca. Al día siguiente llenará espacios de radios,
diarios e informativos de televisión con frases que no vale la pena analizar
mucho, como que “se terminó el recreo y ahora no paramos hasta octubre” o que “el
Frente Amplio va a continuar en el gobierno nacional (porque) el pueblo
uruguayo es inteligente”.
martes, 29 de octubre de 2013
Breve manual de las elecciones en Argentina
Te propongo repasar lo que pasó en Argentina el domingo pasado y sus consecuencias en el panorama político del vecino país, más allá de títulos grandilocuentes o directamente flechados.
Hubo elecciones legislativas, en las que se elegían 24 nuevos senadores (de 72 senadores que existen en total) y 127 nuevos diputados (casi la mitad de los 257 que existen). Tanto los senadores, como los diputados, se eligen a nivel local en Argentina y por separado.
¿Quién ganó las elecciones?
miércoles, 16 de octubre de 2013
365
PRÓLOGO
La percepción de lo que nos rodea, es eso, sólo una percepción. Lo real, es lo que elegimos ver, lo que elegimos escuchar, lo que elegimos hacer. Todos juntos y separados.
domingo, 6 de octubre de 2013
Falsos patriotas, falsos patoteros
Hay muchísimo dicho sobre el conflicto de intereses que rodea a la decisión del gobierno uruguayo de conceder la autorización para que UPM aumente su producción anual. Muchas páginas de diarios y páginas de Internet, muchos minutos de TV y de radio. Desde los periodistas más encumbrados a los políticos de primer nivel pasando por todo el bajo mundo de las opiniones y más.
Hasta satura un poco el tema. Posiblemente, cuando se acerquen los dos partidos que definen la clasificación de Uruguay al próximo mundial de fútbol, la atención y tensión mediática sobre el tema UPM disminuya, aunque no faltará algún vivo que haga referencia al tema cuando las selecciones de Uruguay y Argentina se enfrentan el próximo martes 15 (aplausos para el vivo por favor, que nos iluminará con su rotunda originalidad). Pero el tema está ahí. Está pasando. Y me vale algunas reflexiones.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Hay para leer
¿A veces te cansas de recorrer los mismos cinco portales informativos en Internet y te parece que no hay nada nuevo bajo el ciber sol? Acá hay algunas propuestas que te pueden interesar.
Somos muchos los que nos quejamos del nivel con el que se nos transmite la información por los medios masivos de comunicación (porque quejarse es gratis y deporte nacional).
Dejemos de lado el informativo de TV pensado con una lógica que ya dejó de ser infotainment hace tiempo para ser de puro show, y centrémonos en lo que leemos. Hay gente que recibe el RSS de El Observador o sigue en Twitter a El País y con eso se siente “al día” e “informado”, siempre al tanto de “lo que hay que saber”. Si es una de esas personas, está usted en el lugar equivocado.
Somos muchos los que nos quejamos del nivel con el que se nos transmite la información por los medios masivos de comunicación (porque quejarse es gratis y deporte nacional).
Dejemos de lado el informativo de TV pensado con una lógica que ya dejó de ser infotainment hace tiempo para ser de puro show, y centrémonos en lo que leemos. Hay gente que recibe el RSS de El Observador o sigue en Twitter a El País y con eso se siente “al día” e “informado”, siempre al tanto de “lo que hay que saber”. Si es una de esas personas, está usted en el lugar equivocado.
lunes, 19 de agosto de 2013
Ana y la ciudad
La administración de Ana Olivera, la primera intendenta electa de Montevideo, ha sido centro de polémicas desde su génesis hasta nuestros días.
Su elección como candidata única del Frente Amplio para las elecciones departamentales, su condición de mujer, comunista y con “mechón rojo”, su respaldo político y el peso de cargar con más de 20 años de gobierno frenteamplista en la capital han generado todo tipo de comentarios y opiniones dentro y fuera de su propia fuerza política.
En los pasillos de la intendencia y en la interna del Frente Amplio, la opción de una reelección de la actual intendenta parece descartada y eso, puede tener varias lecturas.
domingo, 28 de julio de 2013
Inseguridad: el Uruguay más violento
Uno sale a la calle con miedo. No es una afirmación política, al menos no política partidaria. Es una realidad que aunque a algunos nos cuesta asumir, se levanta ante nosotros como un muro inmenso contra el que una y otra vez nos estrellamos.
Podemos hablar de una sociedad más violenta, de las causas más
profundas que nos infunden el miedo y que posiblemente nos lleven a
conclusiones más acertadas, a un abordaje más correcto del problema. Pero,
sabrán disculparme la licencia, no es lo que buscaré en estas líneas esencialmente
catárticas.
miércoles, 17 de julio de 2013
Vamos Uruguay y la fuerza del Partido Colorado
Mix colorado. De Pedro, Amílcar, Julio María, encuestas, marihuana, aborto, pasado, presente y otras yerbas.
La historia del Uruguay está íntimamente ligada a la del Partido Colorado, la fuerza política que gobernó el país de forma democrática durante más años. Es el Partido que promovió los derechos de los trabajadores y el voto de la mujer en la primera mitad del siglo XX y su influencia en el electorado ha sido siempre una de las dos mayores hasta el estallido de la crisis económica, política y social del año 2002.
Desde entonces, el caudal electoral de los colorados se ha mantenido siempre bajo (en comparación a sus históricas votaciones) provocando una fuga de votantes no sólo al Partido Nacional (la otra gran fuerza política de la historia uruguaya) sino también hacia el Frente Amplio.
viernes, 21 de junio de 2013
Yo nací con la democracia
Dirección y Edición: Emilio Echeverría
Muchas gracias a los amigos que ayudaron a que este video se pueda hacer.
jueves, 13 de junio de 2013
¿Por qué miente Claudia Fernández?
Hace unas horas me crucé en la red (más específicamente en la cuenta de
Twitter del senador Jorge Larrañaga) con un video en el que personas más o
menos conocidas invitan a votar el próximo 23 de junio para habilitar un
referéndum sobre la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.
Entre las personas que aparecen en el video, está Claudia Fernández.
¿Por qué reparar en ella y no en los otros personajes? Primero, porque como
persona que estudió comunicación y que algo entiende de medios y campañas
publicitarias, no me cuesta darme cuenta que es ella “el peso pesado” entre
quienes opinan en el video. Segundo, porque es ella quien en breve ocupará un
espacio central en la programación de uno de los tres canales privados de
televisión, bajando línea y metiéndose en la casa y en la cabeza de muchísimos
hogares y personas. Y tercero, porque debo admitir que me caía bien su
personaje televisivo, y hoy con cierto dolor, debo dar marcha atrás en mis
pareceres.
Cuando una figura pública que acostumbra a entretener a la gente y
hacerla pasar un buen rato se mete de lleno en aspectos tan íntimos e
ideológicos, puede llegar a tener un impacto fortísimo en la opinión de la
gente. Salvando las distancias, cuando Marcelo Tinelli o Susana Giménez opinan
en la vecina orilla sobre algunos temas, la gente puede escucharlos mucho más
que a cualquier científico, político o activista.
La utilización de figuras públicas en campañas políticas o sociales es
un arma de doble filo. Natalia Oreiro, por poner un ejemplo, participa en una
campaña que apoya el matrimonio igualitario o en otra de Greenpeace para la
conservación de las ballenas. Lo hace de una manera informada, puede brindar
argumentos válidos, da su opinión sin faltar a la verdad. En este caso, la utilización
de una figura pública parece ser positiva.
El caso de Claudia Fernández (extensivo a todos quienes aparecen en ese
video) es totalmente lo opuesto. Aquí la figura pública dice dos frases (que
son parte de un discurso lleno de imprecisiones) y en ambas ocasiones falta a
la verdad. O sea, le miente a la gente que mira el video, para convencerla de actuar de determinada manera.
Dice Claudia que “sólo así (aportando nuestro voto para llevar a
referéndum la ley de Salud Sexual y Reproductiva) vamos a tener el tiempo
suficiente de decidir si esta ley es buena o mala”. ¿Por qué? No encuentro
respuesta. ¿Por qué no tuvimos tiempo hasta ahora? ¿Por qué vamos a tener ahora
el tiempo que no tuvimos en los años que se discutió esta ley?
Y luego Claudia dice “el domingo 23 vota por tu derecho a decidir”. Si
no votas, inferimos, no estás ni decidiendo ni defendiendo tu derecho a elegir.
Una mentira más grande que una casa y que Claudia nos dice a la cara, con una
linda sonrisa, sin importarle que no tenga el más mínimo sentido.
No ir a votar el 23, ES decidir Claudia. Ir a votar es apoyar la
derogación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Apoyar la derogación de la
Ley de Salud Sexual y Reproductiva es creer que las mujeres que se han
practicado abortos en este tiempo que la ley está vigente, son mujeres asesinas
y que por lo tanto deben ir presas. Apoyar la derogación de la Ley es decir que
de haber sobrevivido, Flavia debería estar presa.
No se habilita una discusión yendo a votar el 23. La discusión está
habilitada desde hace muchísimos años. Yendo a votar el 23, lo que habilitamos
es la posibilidad de quitarles un derecho a las mujeres Claudia. Tal vez no lo
pensaste bien, tal vez si lo pensaste bien. De cualquier manera, como una
figura pública que se mete y se meterá aún más en muchos hogares uruguayos,
como ciudadano, te pido más responsabilidad. Apoyar la penalización del aborto
no es tan malo. Mentir sí lo es.
miércoles, 15 de mayo de 2013
¿Necesitamos más historias como éstas?
¿Dos maricas criando un niño? dijo el señor que rondaba los sesenta años desde la cabecera de la mesa familiar. Estamos todos locos, agregó, como cerrando el tema. No mucho tiempo después, su hijo le confesó que era gay y que hace un par de años ya estaba en pareja con otro hombre. Al principio fue la sorpresa, luego razonó en silencio que su hijo iba a ser mucho mejor padre de lo que él mismo podía llegar a ser.
Tal vez, si una encuestadora le hubiera llamado unos días antes, el señor que rondaba los sesenta años, habría dicho que estaba en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. Por suerte el gobierno no gobierna por encuestas.
***
Nos robaron una vez, fue un botija, seguro que era menor. Al INAU entran por una puerta y salen por la otra, eso todo el mundo lo sabe. Además no sólo me robaron a mi. En la televisión vi que también mataron a un pistero y le pegaron a una viejita. Tienen que ir presos, no se puede vivir más de esta manera.
¿Cuántos pensarán así? ¿Cuántos habrán firmado para bajar la edad de imputabilidad? ¿Cuántos van a votar? ¿Qué me importa a mi José? Mejor meterlo en la cárcel. Si, tiene 19 años, era menor cuando cometió un crimen y hoy, aún recluido en el INAU, trabaja, con un empleo bien digno, como otros 160 gurises del programa de Inserción Social y Comunitaria del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (SIRPA). Ninguno de ellos volvió a cometer un delito. Pero Analía y Pedro los prefieren presos en COMCAR o el Penal de Libertad, donde les espera un futuro brillante. Lamentablemente hay muchos más uruguayos que quieren eso, porque tienen miedo y con miedo se mueven. Pero una historia como la de José, debería al menos hacerlos pensar.
***
¿Ahora vamos a legalizar la droga? Dice la señora con un vaso de whisky en la mano. Estamos todos locos, sentencia. Su hija, de 19 años, igual que José pero con una vida mucho más fácil, con una carrera comenzada en la mejor de las universidades, con todas las comodidades, la observa desde el sillón.
Esa misma tarde, terminó en una boca comprando 25 gramos de marihuana para fumar un porro con sus dos amigas del alma en el parque al sol. Esa era la idea, pero la cosa se puso bien fea en la boca y casi no cuenta el cuento. Haría la denuncia, pero en la comisaría no la iban a recibir muy bien, más bien la tratarían como a una delincuente. Seguro que si su madre supiera su historia, no estaría haciendo esos juicios y se informaría un poquito más sobre la regulación del mercado de la marihuana y sobre los impactos de la marihuana en la salud de su hija. No por ella, sino por su hijita, a la que no quiere que nada malo le pase.
***
En Facebook soy amigo de alguien a quien estimo mucho, que tiene una foto de perfil con una panza de embarazada y una manito de un bebé que empuja desde adentro. “Si podes elegir...hacelo. No al aborto” reza la imagen.
Tengo muchas mujeres a mi alrededor que eligieron practicarse un aborto y tuvieron que hacerlo en la clandestinidad. A las mujeres que pasaron por eso, no les puedo pedir nada, pero a los que van a poner su voto junto a Tabaré para sacarle un derecho a alguien, si les puedo pedir que escuchen estas historias, que se pongan en otros zapatos por un rato.
Seguro que si esa amiga de Facebook conociera a una de estas mujeres cambiaría un poco de idea y de foto de perfil.
***
Se trata de tener empatía (Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro). Se trata de no ver las cosas desde afuera. Se trata de ganar en derechos y de ser más libres, dando más libertad.
Nadie pretende que el heterosexual se haga homosexual, nadie pretende que la embarazada aborte, que el menor sea tranquilamente un delincuente o que quién no quiera consumir marihuana consuma. Tampoco se trata de que cada cuál haga lo que quiera con la vida de uno y de todos. Se trata de dar oportunidades, para que todos estemos un poco más cerca de la felicidad. Se trata de escuchar historias como éstas.
domingo, 28 de abril de 2013
La crisis en el retrovisor.
Hace menos de una semana estaba mirando ¡Gracias Petrov!, un muy lindo programa del Canal Vasco que recorre los principales hechos locales y mundiales de los últimos 30 años. En éste capítulo, se aborda entre muchos otros temas la crisis de 2008 que tanto afectó y afecta a Europa.
Fue escuchando ese informe, con bancos que cerraban, suicidios, manifestaciones y recortes, con críticas al capitalismo salvaje, con indignados, con ferias de trueques, renacer de cooperativas y reclamos para establecer sistemas económicos más justos, que me acordé de mis años mozos, durante la crisis del 2002.
La pasamos tan mal. Padecimos tantas lecciones. Sufrimos tantos desgarros. Y vimos surgir una serie de gobiernos nuevos en nuestro continente. Gobiernos que han sacado a los distintos países de las crisis, los han puesto en la famosa senda del desarrollo, y los hacen crecer en cifras (si, ya sé, son solo cifras) impresionantes.
¿Pero qué pasa 10 años después? ¿Qué tanto nos acordamos de lo que nos pasó? ¿Por qué hasta parece que nos causa gracia lo que está pasando en Europa? ¿Cómo estamos por casa? Veamos.
En Argentina, el gobierno que sacó al país de la mayor crisis económica de su historia, suma día tras día, nuevos enemigos, en el interior y en el exterior. Nunca desde el regreso a la democracia, un gobierno tuvo tanta oposición (pésima en su calidad) y tan virulenta. La radicalización de posiciones podría chocar contra un fuerte muro cuando llegue a su fin el mandato de Cristina Fernández y haya que llenar un inmenso vacío de poder.
Un poco más al norte, en Bolivia, Evo Morales volverá a presentarse a las elecciones nacionales de diciembre de 2014. Su tiempo en el poder le ha hecho perder algunos apoyos importantes en las bases sociales, pero continúa siendo el candidato con mayor perfil presidencial en el país.
También junto a Bolivia, está el gigante del continente, Brasil. Apenas dejando atrás el escándalo del mensalao que llevó a la cárcel a decenas de políticos (algunos de ellos demasiado cercanos al ex presidente Lula) por corrupción. Por la misma corrupción que llevó a nuestros países a la crisis hace poco más de una década.
Pero también pasan otras cosas en Brasil. En la frontera con Bolivia el estado de Acre declaró a dos ciudades en estado de emergencia por la llegada masiva de inmigrantes ilegales haitianos. ¿Se acuerdan de los latinos ilegales que huían a Europa en pos de una vida digna? ¿Se acuerdan de cómo los trataban allí?
En las favelas de Río (se vienen Mundial y Juegos Olímpicos y hay que limpiar) y en la amazonia (pogreso nao tem fim) se repiten las acusaciones de violaciones a los derechos humanos por parte del mismo Estado.
En el terreno político, aunque parece que no hay nada nuevo bajo el sol, Marina Silva (ex líder ecologista, ex ministra de Lula) encabeza la Red Sustentable, un movimiento muy vanguardista y con potencialidades aún difusas pero que pisa fuerte en el mundo virtual.
También en Brasil, pero bien al sur, casi en Uruguay, la justicia juzga a empresarios, funcionarios públicos y autoridades por el incendio en la discoteca Kiss. ¿No es un dejavú de Cromañón?
Si cruzamos los Andes, en Chile nos encontramos con que está todo pronto para el regreso de Michelle Bachelet a la presidencia del país en noviembre de 2013. La “sorpresa” de las elecciones pasadas, el independiente Marco Enriquez Ominami parece fuera de forma para competir de nuevo en las contiendas electorales.
Por su parte, Piñera ostenta una popularidad de cerca del 38%, a pesar de que Chile es el país que muestra mejores cifras en lo económico. Clave: un movimiento estudiantil activo, fuerte y que logra convencer al resto de la sociedad sobre el rol central que juega la educación.
Bien al norte del subcontinente, en Colombia, ya se preparan las elecciones presidenciales de marzo del 2014. El presidente,Juan Manuel Santos aspira a la reelección y no parece tener contrincantes fuertes, a pesar de contar con la constante oposición del ex mandatario Álvaro Uribe, que lo llevó a la presidencia y luego no paró de ponerle palos en la rueda.
Al mismo tiempo, este extraño bicho político que es Santos, deberá avanzar en sus pretensiones electorales al tiempo que continúa el diálogo con la guerrilla de las FARC en La Habana. La paz parece estar colgando de un hilo demasiado fino.
Junto al país cafetero, está Ecuador, dónde Rafael Correa ganó las elecciones a principios de año con el 57% de los votos, reafirmando así su apoyo popular. La constitución permite solamente la reelección y además Correa ya aseguró varias veces que “estos son los últimos cuatro años en el gobierno”. Por lo tanto su mayor desafío está en encontrar un sucesor que continúe las profundas reformas que el actual presidente ha puesto en marcha.
Paraguay, en el corazón del continente, parece ser de los países con una situación más difícil de definir. Un nuevo presidente del histórico Partido Colorado, con un perfil empresarial y sospechas de vínculos con el narcotráfico, deberá alinearse con presidentes de otro signo político tanto en el Mercosur como en la Unasur.
Contra el Pacífico, en Perú, el presidente Humala enfrenta fuertes resistencias conservadoras y ha cedido más poder del que se podría esperar, defraudando a amplios sectores sociales que lo han llevado a la presidencia. Sin embargo, es muy pronto para definir su suerte.
Por último, allá en el norte, junto al mar Caribe, la Venezuela de Hugo Chávez que debe pensarse sin él. El presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones por menos de 300 mil votos seis meses después de que Chávez ganara por 1.600.000 votos. Pero ganó. Y hoy todos, de más de izquierda, más de derecha, más venezolanos, más extranjeros, están nerviosos y atentos.
Y acá, en Uruguay, estoy yo, preguntándome ¿qué tanto aprendimos los latinoamericanos de nuestro (no tan) pasado?
domingo, 31 de marzo de 2013
Un narco, un amigo
Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo
no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo
puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En
las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo
insoluble mismo. Ustedes entre el bien y el mal y, en medio, la frontera de la
muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos
otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano
en una cama, por un ataque al corazón.
La muerte para nosotros es la comida diaria,
tirados en una fosa común (…) No hay más proletarios, o infelices, o
explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro,
educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como
un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad.*
Antes fue Colombia,
luego le llegó el turno a Brasil, y a México, sobre todo a México. Siempre
creciendo a la sombra de las dictaduras y luego de los gobiernos neoliberales, porque allí empezó todo, en los 70’, en los 80’ y aquí, más al
sur, en los 90’.
Ahora, en el 2013, nos
escandalizamos cuando leemos en un diario que mataron a un policía. Ahora nos
dejamos impresionar por las muertes por “ajustes de cuentas”. Un poco tarde
llegamos, pero no del todo.
Horrorizados por la
cantidad de muertes que deja la “guerra al narcotráfico” en México, no contamos
las víctimas que el narco deja en toda Centroamérica, en Colombia, en
Venezuela, en Perú, en Brasil, en Paraguay, en Argentina y en nuestro país.
Si, es verdad, aquí en
la adorable Montevideo no hay camionetas negras con vidrios polarizados y
blindados, no hay narcos con bigotes y metralletas conduciendo orgullosos por
el centro de la ciudad, no hay militares con miedo intentando detenerlos, no
hay constantes tiroteos y fuego cruzado diario. Pero el narco está acá. Señor,
señora, no sea iluso.
Aquí hay consumidores
abastecidos por el narco, pero sobre todo, hay una excelente ruta de salida de
la droga hacia Europa. Aquí hay chicos de 14 años dispuestos a trabajar para el
narco, vender pasta base, porro, merca, lo que venga y tirar unos tiros también.
También hay policías dispuestos a trabajar para el narco, hay políticos, hay
jueces. No somos una burbuja de paz en medio de una América Latina violenta. Si
alguna vez lo fuimos, fue sobre todo, por circunstancias ajenas a nosotros.
¿Qué hacemos?
Si le preguntamos a
los principales referentes de la oposición, nos dirán que hay que reprimir y
vencer al narco, desarrollar la inteligencia policial y militar, estrechar
lazos con inteligencias de la región y del norte del mundo, preparar a nuestros
policías para ganar la guerra. Algunos, también pueden argumentar aún (sobre
todo los más viejos) que el problema también se soluciona persiguiendo a los
consumidores, cómo se ha hecho hasta ahora.
Frente a estas
propuestas, uno comienza a pensar en varias hipótesis:
- los políticos referentes en la oposición no tienen idea de lo que están hablando,
- no se les cae una idea,
- son aliados del narco,
- son ilusos,
- prefieren boicotear cualquier iniciativa con cierta posibilidad (por más mínima que sea) de éxito, antes de permitir al oficialismo un “triunfo”.
Lo más triste es que
hay muchos políticos del oficialismo que piensan lo mismo. Están asustados de aplicar
una medida original. Y no por miedo al fracaso, sino por
- ignorancia
- posibilidad de pérdida de votos
- son aliados del narco
En conclusión, ya sea
por la falta de iniciativa política o por puro interés electoral, el sistema
político uruguayo puede dejar pasar otra administración sin tomar una sola
medida que aleje, que reduzca, que haga retroceder aunque sea un centímetro la
violencia que el narco está generando.
Éste gobierno, y sobre
todo algunos diputados de ésta legislatura, han tenido el atrevimiento de
generar una idea. Son muchísimas las razones por las cuales se debe regular el
mercado de la Marihuana en nuestro país, tantas que no me alcanzaría el día
para nombrarlas todas. Una de ellas, tal vez la que más nos pueda afectar a
todos, es el planteamiento de una medida original y audaz que reduciría el peso
del narco en nuestro país. No hablo de soluciones mágicas, no hablo de narcos transformándose
en polvo mágicamente, hablo de dar, aunque sea, un paso firme en la dirección
correcta.
* Carta de Marcola, líder de Comando Vermelho
viernes, 8 de marzo de 2013
Lo que nos une y nos separa - Parte V
5). Investigación
La información es el
dato. Una sociedad del conocimiento debe tener un acceso total e igualitario al
dato. Para ello, la buena comunicación es fundamental, y en esto, como vimos,
hoy más que nunca la educación juega un rol central. No nos dejemos engañar, no
nos desmotivemos por la aparente falta de resultados.
Vamos hacia una
realidad llena de medios de comunicación unipersonales. Todos tenemos, más que
nunca antes, la posibilidad de generar, difundir y compartir el conocimiento.
Con un costo cero (tan solo un acceso a un computador con Internet) podemos
llegar a miles o a millones de personas de forma directa, podemos generar el
suficiente impacto para filtrarnos en las noticias de los grandes medios o
ponerlos en cuestión con nuestras verdades.
Toda gran posibilidad
conlleva una gran responsabilidad. Para esto, la educación de quien hará uso de
esa gran posibilidad (que no es más que un sinfín de pequeñas posibilidades)
debe ser sólida. Cómo sociedad nos debemos varias charlas, una interesante
sería sobre nuestro periodismo, nuestros comunicadores, nuestra academia y,
cómo mencioné antes, también sobre Nuestros medios de comunicación.
Debemos organizar la
inmensa y borrosa masa de información que hoy nos rodea, con porciones a la
luz, otras porciones a la sombra, con espacios ocultos tras otros grandes
espacios que se nos presentan justo en nuestra cara, como si no quisieran que
viéramos más allá. Para organizar esto hace falta mucha investigación
responsable, que la academia, aún no ha realizado. Falta abrir el campo de la
comunicación aún más allá, integrar a periodistas con SEOs, a comunicadores
sociales con expertos en redes sociales y a éstos con los mejores
comunicólogos.
Organizar la información,
trazar mapas de la información que les expliquen a los más chicos y a los no
tan chicos como es el mundo en el que van a crecer, o al menos cómo puede ser;
darle representaciones del mundo que pueden ser tan útiles o más que el viejo
planisferio.
No se trata de reunir
a los viejos y a los nuevos sabios en un sótano y pedirles que eleven un
documento con conclusiones finales, que se transformará súbitamente en un
legajo, en un expediente de la burocracia y en un titular fugaz y confuso de
alguno de los grandes medios. Se trata de, cómo sociedad, hacernos cargo de
nuestra comunicación.
Nos aburrimos de decir
y de escuchar que vivimos en La Era de la
Información, un título a todas luces equivocado, un poco por la falta de
información que prima, otro poco por el acceso desparejo a la misma, y sobre
todo, porque la palabra Era hace
mucho que dejó de servir para los tiempos que corren. De todas maneras, no
podemos dudar que la información juega un rol central en nuestras vidas, para
obtenerla (o para obtener la ilusión de que la tenemos), hemos desarrollado un
sinfín de dispositivos y de canales. Ahora, es hora de darle un sentido a la
información, de acercarla a nuestras metas, a nuestros objetivos, a (si se me
permite la cursilería) nuestra felicidad.
Para esto, como
sociedad (quiera decir lo que quiera decir “como
sociedad”) podemos educarnos en
nuestra relación con la comunicación, con los medios de comunicación y con el
acceso a la información. Podemos, y debemos, generar los mecanismos adecuados
para garantizar el acceso universal a la información y a la comunicación, de
una manera ordenada, evitando las regulaciones autoritarias. La libertad de
expresión es tan importante como el derecho que tenemos a acceder a la
información, a que no nos mientan, a que tengamos las herramientas para evitar
ser engañados. Hay una lesión a la libertad de expresión, no solo cuando se
censura un titular de un diario, sino cuando se censura una crítica a ese
titular. La responsabilidad corre en ambos sentidos.
Esto, más que una
conclusión, para el estimado lector, debe ser un desafío.
miércoles, 27 de febrero de 2013
Lo que nos une y nos separa - Parte IV
4. Medios
Los medios de comunicación tradicional deben repensarse. Una afirmación
algo vaga, que debemos desarrollar en las líneas que siguen.
En países como Uruguay, los medios de comunicación tradicional son una
poderosa herramienta de construcción de opinión y de realidad. Lo vi en la tele, lo escuché en la radio y lo
leí en el diario son sentencias que definen la veracidad de un hecho, o al
menos, así lo fueron durante demasiados años. Si lo vi en el informativo de la
televisión, pasó, si no lo vi ahí, puedo darme el lujo de ponerlo en duda.
Pero los medios de comunicación masiva tienen, o tendrán en un futuro
muy cercano, que repensarse, por varios motivos. De lo contrario, pueden
desaparecer (no la televisión como medio, sino algún canal de televisión),
pues, como empresas que son, dependen de que los números le cierren a fin de
mes, y para eso, deben vender un producto más o menos atractivo que capte la
atención del consumidor.
¿Por qué motivos deben repensarse hoy los medios de comunicación? Hoy
más que nunca antes, se pone en duda la credibilidad de lo que nos dice la TV,
la radio y el periódico. Y es una tendencia que parece crecer. Las mismas voces
que nos hablaron siempre con autoridad, hoy se ponen en duda. Aquí en
Latinoamérica, han ascendido gobiernos, elegidos por la gente, cuya forma de
actuar muchas veces irrita, o va contra los intereses de los grandes medios de
comunicación, y por ende, de sus dueños, y por ende, de los viejos amigos de la
derecha que gobernó después de las dictaduras (y a veces mucho antes también).
Pero no es un asunto político solamente. Si fuera así, no habría duda de
que los grandes medios prevalecerían intocables. Junto con esta pérdida de
credibilidad, han llegado también nuevas tecnologías que ocupan espacios antes
totalmente dominados por los medios tradicionales. Hoy la computadora avanza
sobre la televisión de forma lenta pero segura (tan segura que crece el número
de televisores inteligentes, más pensados para reproducir contenidos de
Internet, que para mirar la televisión tradicional). Hoy los diarios de papel
se funden, y se multiplican los portales informativos de Internet. Hoy las FM,
con su música que paga para estar de moda, pierden terreno por canales y
páginas de Internet que se adaptan al gusto del consumidor. Cuando tenía 14
años, todos mirábamos Verano Eterno en el canal 4, unos años después, todos
mirábamos Lost en Cuevana. Las cosas cambian, y los grandes medios, en los
hechos, pierden terreno.
Los medios de comunicación tradicional deben repensarse. Mejor aún,
nosotros, como consumidores de los medios de comunicación, debemos repensarlos
a ellos. La llegada de la televisión digital y el avance de las nuevas
tecnologías son una gran posibilidad de hacerlo. Regular, generar pautas,
discutir cómo se invierte la publicidad del Estado (el Estado somos todos),
aplicar correctamente las normas existentes, abrir la cancha a nuevos actores y
garantizarles igualdad de condiciones.
Los medios de comunicación, que quieran navegar tranquilos por las
nuevas aguas, también deberán repensarse. Los diarios, las radios y los canales
de televisión de nuestro país se crearon y crecieron sobre una base de
periodistas y comunicadores, que podían ser mejores o peores, pero que no
tenían por regla “ser profesionales”. Nadie les enseñó nunca a hacerse
responsables de la comunicación que llevan adelante. Muchos lo aprendieron al
transitar por la profesión, pensando o a los golpes, muchas veces con un gran
sentido de lo humano. Pero muchos nunca lo aprendieron, y no tienen la más
mínima intención de hacerlo. Y allí están en la pantalla de la televisión,
frente a los micrófonos de la radio y llenado páginas en los diarios, decenas,
cientos de “periodistas de deporte”, “periodistas de espectáculo”, “periodistas
de carnaval”, “periodistas de policiales” y muchos autoproclamados “periodistas
y comunicadores” que son, si lo pensamos un poco, simples repetidores de
noticias.
Deben repensar el staff de los
medios de comunicación, los empresarios dueños de los mismos, pero no es muy
probable que lo hagan. Será la última de las prioridades a la hora de hacer
esto que he llamado “repensarse”. Lo primero será cambiar y adaptar el modelo
de negocio, para asegurar la rentabilidad del mismo. Adaptar los medios a los
formatos digitales, cambiar la rutina de los periódicos, cambiar la forma de
distribuir los contenidos de radio y de televisión y sobre todo cambiar la
forma de hacer y de cobrar la publicidad.
Mientras los medios se repiensan y nosotros los repensamos, no estaría
mal generar la información suficiente para poder tomar las mejores decisiones.
Lo que nos une y nos separa - Parte III
3. Educación
Spoiler Alert: Si usted tiene más
de cuarenta años, puede (no necesariamente, pero…) que las siguientes palabras
le causen desmedida nostalgia, fuerte rechazo, miedo (sobre todo a lo
desconocido) y otras manifestaciones negativas.
El caso de Uruguay, es un caso especial, claro está, porque en este país
se le ha dado a cada niño y adolescente una computadora con acceso a Internet,
una pequeña cajita llena de posibilidades y amenazas que nuestros niños, y la
gran mayoría de los niños del mundo, por las buenas o por las malas, tendrán
que aprender a usar.
Esta realidad, única en la región, nos adelanta algunos problemas que
debemos abordar y que, tal vez, otros países de la región no se planteen por
varios años. La formación y el conocimiento de las nuevas generaciones estarán
estrechamente ligados a Internet. Algunos cambios ya pueden notarse: las
maestras mandando a buscar información en Wikipedia, las discusiones en bares
que se terminan con una simple búsqueda en Google desde algún celular con
Internet, las carreras universitarias a distancia que se multiplican en la red,
el progresivo abandono del libro cómo fuente de estudio para ser remplazado por
videos, textos e imágenes administrados e interconectados en distintas pestañas
de nuestro navegador de Internet favorito.
La solución no es milagrosa pero tampoco imposible: educar. Una revisión
de los contenidos incluidos en los programas escolares y de educación
secundaria es fundamental (podría reclamar una revisión de la educación como
sistema, pero estaría desviando demasiado el objetivo de este artículo).
Hagamos el ejercicio de recordar las cosas que nos enseñaron en la
escuela y el liceo, las tablas, la fotosíntesis, las frases de Artigas, las
Guerras Mundiales, las ecuaciones, la geometría, algún fragmento del Quijote,
algunas palabras en inglés y muchísimas cosas más. Cada uno hará su propia
evaluación, identificará qué cosas le han servido más y que cosas le han
servido nada, qué cosas nos enseñaron a pensar y razonar y que cosas no nos han
enseñado demasiado.
Ahora pensemos que todas esas cosas que nos enseñaron, están ligadas, o
están dentro de una pequeña computadora que cada niño carga en su mochila. ¿No
se hace clave enseñarle al niño cómo funciona esa computadora y sobre todo cómo
encontrar todas esas cosas que nos enseñan, dentro de ella?
Si sabemos que las nuevas generaciones buscarán las respuestas que las
saquen de la ignorancia en Google, si sabemos que se relacionarán y comunicarán
en Facebook, si sabemos que harán sus compras online y se informarán a través
de portales de Internet y frases del Twitter, si sabemos todo esto, ¿por qué no
preparamos a las nuevas generaciones para usar estas herramientas? Y cuando
digo preparar, no digo enseñarle al
gurí a hacerse una cuenta de Facebook, me refiero a enseñarle a compartir y
comentar contenidos con responsabilidad y a generar sus propios contenidos, me
refiero a aprender como Facebook prioriza y jerarquiza la información, me
refiero a aprender a configurar la privacidad de una cuenta y a desarrollar
relaciones sanas y justas con las marcas y las empresas que hacen comunicación
y publicidad en esta red social.
Lo dicen las frías cifras y lo dice cualquiera que sea medianamente
observador, cada vez nos conectamos a Facebook desde más lugares (computadora,
teléfono móvil, Tablet), durante más tiempo, más personas. El padre que piensa
que cuando el nene está conectado, está “jugando” y se aleja de “la vida real”,
tiene que ser consciente que en Facebook hay problemas, hay acosos, hay amores,
hay información que llena cabecitas, hay alianzas, hay odios, hay novedades,
hay chistes y si bien no hay asados, ya muchos asados se organizan a través de
él. O sea, la “vida real” también pasa por Internet.
Aprender a usar y conocer el funcionamiento de las redes sociales se presenta
necesario. Más apremiante es sin embargo, ya dejando atrás las coloridas redes
sociales que se prestan para (casi) todo, profundizar en el conocimiento del
nuevo oráculo que rige nuestras búsquedas y nuestro acceso al conocimiento y
que se expande como un antiguo imperio pero de forma virtual y real al mismo
tiempo: Google.
Formar ciudadanos que conozcan cabalmente el funcionamiento del motor de
búsquedas más importante del mundo (y de los motores de búsqueda en general) se
hace esencial, si tomamos en cuenta que cada vez más, nuestro acceso a la
información está mediado por Google y que, muchas veces pensamos (con algo de
ingenuidad) que se trata de una búsqueda libre, sin filtros ni censuras.
La forma en que Google nos presenta la información (los resultados de
una búsqueda) incluye censuras a ciertos contenidos, jerarquización bajo
distintos parámetros, publicidad paga para mostrar distintos resultados y
muchísimas otras variables. Tantas variables que se han construido profesiones
en torno al manejo del buscador, que capacitan a las personas para hacer que
cuando nosotros preguntemos algo al oráculo, nos dé, o nos aproxime a, cierta
respuesta.
Educar a niños y adolescentes, enseñarles el funcionamiento de estas
herramientas que los acompañarán el resto de su vida, parece ser clave para
garantizarle libertades como futuros ciudadanos informados. Un problema, es que
a los mismos centros de poder que hoy manejan los grandes medios de
comunicación, tampoco les convenga que la gente acceda a este tipo de formación
(por algo no se educa a los niños para convivir con los medios de
comunicación). Otro problema, es que la gran mayoría de maestros y profesores,
y de quienes forman a los maestros y profesores, y de quienes arman los
programas que estos maestros y profesores ejecutan, están incluidos en el spoiler alert del comienzo de este
artículo, y a esta altura, ya pueden haber dejado de leer, o pueden estar
demasiado enojados como para estar de acuerdo.
jueves, 21 de febrero de 2013
Lo que nos une y nos separa - Parte II
2. Organización
En un mundo en el que
nos han llamado súperconectados, hiperconetcados, y nos hablan de
máquinas que son extensión de nuestros cuerpos (o viceversa) es fácil creer que
el rápido avance de la tecnología y su irrupción en nuestras vidas ha generado
una especie de caos de la información o al menos un caos de la comunicación.
Sin embargo, no parece ser del todo así.
Sabemos que cuando
queremos hablar cara a cara con alguien, debemos ir a buscarlo a su casa o a su
trabajo y proponerle la charla en cuestión. Sabemos también como prender, usar
y apagar la televisión, la radio y la computadora. También sabemos cómo
realizar una llamada telefónica, escribir un mensaje de texto o poner nuestro
celular en silencio para no perturbar nuestro sueño, por ejemplo. Hemos
perfeccionado nuestra habilidad para mirar
sin ver la publicidad que nos
rodea en la calle (en ese territorio se desarrolla una muy interesante batalla)
y también sabemos cómo leer un diario, un libro o una revista.
Si el párrafo anterior
es en su mayor parte verdad, entonces podemos decir que sabemos organizar
nuestra comunicación de forma más o menos precisa. También sabemos que en los
canales de televisión y en las emisoras de radio hay gerentes de programación y
en los diarios hay editores. Sabemos que en los medios hay pautas de
publicidad, hay productores ejecutivos y productores periodísticos si así lo
requiere el contenido. Hay regulaciones que se cumplen en mayor o menor medida
sobre los espacios que la publicidad va tomando en las calles y también en
algunos medios. Hay bases de datos, con
números de teléfonos, celulares y con direcciones de correo electrónico.
En fin, hay muchas personas que se ocupan día a día a organizar la comunicación
de otros y por ende, la información a la que acceden.
Todo el tiempo,
personas que no conocemos y que no nos conocen están pautando nuestra forma de
comunicarnos y nuestro acceso a la información. Reconocer eso es un paso, desde
mi punto de vista, básico para entender el mundo y la forma en que se construye
realidad. Da un poco (o mucho) de impotencia, pero tranquilos, no es tan
terrible cómo parece en una primera instancia.
Saber cómo se organiza
la información en nuestro mundo (esto significa entre otras cosas, cómo se
clasifica, cómo se accede, cómo se prioriza y cómo se reparte entre muchas
otros detalles) es un elemento fundamental para sentirnos menos impotentes y
más libres. Lamentablemente, eso no se enseña en la escuela, pero no nos
adelantemos, ya vamos a hablar de educación, ahora volvamos a la organización.
Internet ha puesto,
sin querer queriendo, más información a nuestro alcance que la que nunca
tuvimos en la historia de la humanidad. Cuando digo “nuestro alcance” nótese
que el acceso a Internet libre no es aún una práctica generalizada en el mundo,
pero si lo es aquí en Uruguay.
Los dos grandes de
internet, Google y Facebook, organizan la información de una forma radicalmente
distinta a la de los medios tradicionales, pues apuestan a nuestra
participación como usuarios para organizar los contenidos a los que accedemos,
cosa que no hacen, obviamente, los medios tradicionales de comunicación (y aquí
incluyo a la publicidad en vía pública).
Cada vez más, a la
hora de buscar información verídica, a la hora de “saber” algo, lo buscamos en
internet (lo googleamos) y cada vez
menos lo buscamos en los informativos de la tele, en las enciclopedias en tomos
o en las páginas de los diarios. Al parecer, la forma en que se organiza la
información y por ende, la forma en que se desarrolla la comunicación en
internet, nos da mejores resultados.
Mucha gente no sabe,
claro está, que existen personas dedicadas especialmente a posicionar mejor un
contenido que otro en los buscadores (sobre todo en Google), que existen otras
personas que trabajan duro día a día para que una idea entre en tu red social
preferida (sobre todo en Facebook) y que, tras el caos aparente de internet, se
esconde cierto orden (subrayo la palabra cierto).
Ese orden está pautado por una mezcla de decisiones tomadas por
- personas que no conocemos y que no nos conocen (aunque tienen cada vez más una imagen de nosotros como usuarios). Programadores, desarrolladores, SEOs, ingenieros, diseñadores además de todas (o casi todas) las figuras que participan en la organización de contenidos e información en los medios tradicionales.
- nosotros mismos, nuestros intereses, nuestras fuentes confiables, nuestra ubicación geográfica, nuestro entorno y nuestros gustos y deseos.
La comunicación es
más, la información es más, pero nosotros somos los mismos. No estamos
preparados y en muchos casos no nos interesa o nos es imposible organizar toda
esa información en la forma en que llega a nuestras vidas. Para hacerlo, la
respuesta es una vieja conocida que siempre es convocada por políticos,
pensadores y ciudadanos de pie en discursos vacíos, pero que raramente se
transforma en un hecho: la educación.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Lo que nos une y nos separa - Parte I
1. Introducción y panorama general.
Estamos más tiempo,
más comunicados. Ojo, más es por la
cantidad, no dije mejor comunicados. Más, no es, como muchas veces creemos, mejor.
Hasta hace no muchos
años, para enterarnos de lo que pasaba en nuestro país y en el mundo, salíamos
a la calle a comentar los hechos más relevantes con algún vecino o compañero de
trabajo, escuchábamos el informativo preferido de la radio, ojeábamos el diario
del día (o al menos los titulares en algún kiosco de paso) y a la noche, nos
poníamos frente a la TV a mirar uno o todos los informativos. Tras esa rutina,
podíamos considerarnos informados.
Muchos aún en nuestro
país y (cada cual con sus variantes) en el mundo, se siguen informando de esta
forma, y comunicando de esta forma. Pero las cosas cambian, la tecnología
avanza y las formas de comunicarse experimentan en los últimos 15 años cambios
drásticos.
Cada sociedad lleva su
marcha. Aquí en Uruguay, en los últimos 15 años se instalaron en la vida de
muchos (no todos) el correo electrónico, el teléfono celular, el chat,
Internet, las redes sociales, los mensajes de texto, los computadores
portátiles, los teléfonos con Internet y los televisores con Internet. Seguro
podríamos nombrar muchos elementos más, es una lista que sólo pretende ser
ilustrativa.
También es importante
subrayar la explosión de publicidad no tradicional que se aprieta y crece en
las calles de las ciudades, al costado de las rutas y hasta de los caminos
rurales y que siempre nos está intentando vender algo (un objeto, un servicio,
siempre una idea). Hoy por hoy, es difícil posar los ojos en algo que no sea
una marca.
Ahora veamos algunas
cifras que aportan seriedad a estas líneas. Más de la mitad de los hogares
uruguayos tiene televisión por cable y prácticamente todos tienen radio y TV
según el último Censo Nacional1. En lo que respecta a Internet,
según el último informe del Grupo Radar2, presentado en 2012, más de
la mitad de los uruguayos es usuario y aquí vale subrayar dos puntos clave:
- En el grupo etario entre 12 y 39 años, la penetración de Internet, según el informe, ya “alcanzó su máximo posible”.
- “Casi la mitad de los usuarios de internet ya tiene una antigüedad como usuario de más de 5 años”.
En cuanto a la
penetración de la telefonía celular, es de público conocimiento que en Uruguay
hay más celulares que personas (esto quiere decir que cada uno de nosotros, a
excepción de los bebés por el momento, de algún anciano que no quiere
complicarse la vida y algún autoproclamado antisistema, tiene un aparatito que
lo sigue a todos lados y lo mantiene siempre al alcance de los demás). También
debemos decir que, cerca de 200 mil uruguayos ya tienen Internet en su celular,
y pronto serán muchos más.
Esta realidad, muy
brevemente resumida en los párrafos anteriores (la comunicación siempre está
pautada por el espacio) cambia nuestra forma de ver el mundo y sobre todo de
sentirlo. Los cambios siempre se dan primero (de hecho siempre se están dando)
y luego nosotros debemos sentarnos unos minutos, o unas horas, tranquilos bajo
un árbol, frente a un computador o en algún bar, a procesar esos cambios, a
darles significado y a intentar reconocer cómo nos afectan.
Este es un pequeño
intento.
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