Por primera vez en mucho tiempo, los
votantes del Partido Colorado y del Partido Nacional podrán elegir
entre dos candidatos a la Intendencia de Montevideo: Lucía
Topolansky o Daniel Martínez.
Por primera vez, los votantes del
Frente Amplio también podrán elegir entre dos candidatos a la
Intendencia de Montevideo. Sí, hay tres, pero sólo dos con chances
reales.
La Concertación parece ser un proyecto
fallido. Lo cierto es que el experimento entre blancos y colorados no
ha logrado captar la atención de la ciudadanía, por contar con
figuras poco conocidas, lejanas y que además parecen muy
predispuestas a cometer errores.
Hace tiempo que contamos con que la Concertación no funcionaría, pero el alejamiento de Ney Castillo,
la barrida de Gandini y la elección del tercer candidato han hecho
las cosas mucho más complicadas. Hoy, es difícil que esta nueva
propuesta supere en votos a la suma de blancos y colorados en las
elecciones departamentales pasadas (cuando alcanzaron un 38%).
Por lo tanto, cada vez más, los
montevideanos de todos los partidos políticos se plantean la
disyuntiva de elegir entre dos candidatos que tienen el mismo
programa de gobierno, pero son dueños de dos perfiles muy distintos.
Esta posibilidad de elegir, por primera
vez, entre dos (en realidad tres) candidatos frenteamplistas a la
Intendencia de Montevideo se le debe, en gran parte, a los más de
120 mil montevideanos que decidieron cinco años atrás votar en
blanco o anulado.
Esa luz roja fue la que convenció a
los sectores que llevaron a Ana Olivera a ser candidata única, la
convirtieron en intendenta y luego le fueron retirando los apoyos al
punto de que sea inimaginable que Olivera se presentara a la
reelección, a decidir que la candidatura múltiple es la mejor opción.
Ahora resulta -y este es un giro en la
trama que muchos no nos esperábamos- que Olivera ha realizado una
muy buena gestión, ampliamente superior a la de su antecesor,
Ricardo Ehrlich (MPP). De todas maneras, la forma en la que llegó al
poder, la condena a tener ahora que resignarlo, y seguir su camino
una vez más en la dirección del MIDES, dónde ya realizó un muy
buen trabajo.
Gracias Ana, por todo lo que nos diste.
Fue realmente mucho más de lo que yo esperaba. El tiempo, que suele
ser mucho más justo que cualquier fuerza política, te pondrá en el
lugar que mereces.
Ahora, a dos meses de las elecciones, y
gracias al trabajo (o la falta del mismo) de todos los partidos
políticos, los montevideanos tenemos que elegir entre dos
alternativas: Lucía, que hasta hace poco no quería ser intendenta;
y Daniel, que desde hace demasiado que quiere ser intendente.
Las alianzas, detrás de estos dos
candidatos, son interesantes. No se trata de una simple división en
dos del Frente Amplio. Lucía parece cada vez más condicionar su
éxito a la figura de Mujica. Daniel tiene el apoyo de figuras con
fuerte llegada entre los montevideanos como Danilo Astori, Constanza
Moreira o Mariano Arana.
La carrera está comenzando y será,
por mucho, la más interesante y reñida que viviremos los
montevideanos desde el retorno de la democracia. Mientras tanto, en
el Interior del país, pueden pasar cosas aún más interesantes.
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