El Mejor Candidato es el que tuvo 2.111.830 votos en Chile, 1.104.169
votos en Paraguay, 8.382.610 votos en Argentina, 51.041.155 votos en Brasil y 955.741
votos en Uruguay. Entre los cuatro países fundadores del Mercosur y Chile, más
de 40% de los votos emitidos entre 2013 y lo que va de 2015. Posiblemente, lleguen algunos millones más desde Argentina este mes.
Un único candidato con varios rostros pero la misma
ideología. Bueno, a este candidato no le gusta hablar de ideología, sino de ideas.
Es verdad, muchas veces se le critica su falta de ideas, pero la palabra ideología a él le suena izquierdosa,
vieja, pesada.
Un candidato liberal, neoneoliberal, la evolución pop,
fresca, light y sin corbata de los viejos líderes de los 90. Con chapa de
éxito en el mundo de los negocios, con ganas de dejar de una vez por todas el
pasado atrás y mirar hacia un futuro brillante, lleno de smartphones y
gente bien. A mí me gustan los smartphones y la gente de bien, tal
vez debería pensar en votarlo.
La región se metió en un proceso de izquierdas en los
últimos 15 años. Y 15 años para los desmemoriados es mucho tiempo. Parece que
ya es hora de volver a darles el poder a quienes siempre lo tuvieron. Quince años de
crecimiento nos hacen querer más. Queremos “un nuevo rumbo” “por la positiva”, para
que “cambiemos” y “ganemos juntos”.
Por eso, en los últimos dos años, más de 40% de la región
votó al Mejor Candidato. Lo votaron en San Pablo y Río Grande del Sur, los Estados ricos de Brasil, lo votaron en Pocitos y Carrasco, lo votaron en las
provincias más ricas de Argentina y ganó por lejos en la exclusiva zona de Las
Condes en Santiago de Chile.
Neves, Lacalle Pou, Macri, Matthei o Cartes. Hay que tomarse
el trabajo de leer los programas con los que aspiran o aspiraron a presidir sus
países. Encontrar conceptos diferentes entre uno y otro se torna un trabajo parecido
al de buscar a Wally en una multitud.
La Derecha es la derecha. Está más cerca del poder de lo
que nunca ha estado en la última década. Cada día que pasa es un día más para
que olvidemos lo que supieron hacer y para que nos dejemos convencer por las burbujas
efervescentes y pop, pero burbujas al fin, del Mejor Candidato.
Mientras tanto, el progresismo, corrido a la fuerza de
Paraguay, salpicado por la corrupción en Brasil, desteñido en Chile, agotado en
Argentina, mareado en Uruguay, no sabe muy bien cómo sacar la foto de lo que
está pasando. Al Mejor Candidato se lo combate con ideas y con ideología. Y con
una aguja para pinchar burbujas.
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